viernes, 28 de noviembre de 2008

El espejo


Lucrecia Milani, profesora de Biología, casada y madre de un varón, vivía en Buenos Aires y tenía un buen trabajo en la Capital.
Su marido, nacido en Puerto Madryn, decidió volver a su ciudad natal, porque extrañaba la tranquilidad, pero sobre todo a su padre.
Al volver a Madryn, como su padre no estaba bien económicamente, deciden vivir todos juntos para ayudarse. Al tiempo de convivir al suegro de Lucrecia, le diagnosticaron una enfermedad Terminal, por lo que ellos debían cuidarlo mucho. Con el tiempo la enfermedad fue creciendo y su estado se deterioró; Lucrecia, era la única persona a la que él dejaba que le colocara las inyecciones…
Una noche la profesora, muy somnolienta, se levanta de su cama para ir al baño; allí hay un espejo, a la derecha del baño se encuentra la habitación del suegro y a la izquierda, la de su hijo; al entrar en el baño la profesora cierra la puerta…estando de perfil al espejo, ve pasar un reflejo, una luz, un bulto… hacia la habitación de su hijo, su instinto hizo que ella le dijera: -Ni se te ocurra ir ahí-. Y la luz pasó a la habitación del suegro. Ella rápidamente salió del baño y fue a ver a su hijo, él estaba durmiendo como todas las noches; luego fue a la habitación del suegro, donde se había dirigido la luz, éste estaba en estado de coma, ella rápidamente le inyecta la medicación y él se despierta…
La luz, el reflejo, el bulto, ¿era la muerte? ¿O solo su imaginación por estar entre dormida influía en su realidad?..
Queda a criterio de cada uno aunque los hechos apuntan a una respuesta...


Pigatto Romina
1º EGO

1 comentario:

Liliana Arroyo dijo...

esta muy bien redactada la historia y muy bueno el cuento